En Salem destruyeron a hombres y mujeres para salvarse del diablo
Massachussets era una colonia productiva, religiosa y sin novedades alarmantes. Sus habitantes no estaban familiarizados con el fenómeno del mal que parecía extenderse aceleradamente en otras colonias como Connecticut, New Plymouth, Pensilvania y Nueva York. Para muchos supersticiosos, el mal, representado en la figura del diablo, había viajado al Nuevo Mundo. Ningún habitante estaba seguro…